Aquí tienes todos los relatos que han hecho todos los compañeros/as con las palabras homofónas: grabar, gravar, vienes, bienes, arrollo, arroyo, valla, baya, callayado, callado. ¡DISFRUTA LEYÉNDOLAS!
Relato
Homófonas
Un
niño corriendo se tropezó con una valla se cayó y se comió una
baya, él dijo:
-Vaya,
mala suerte.
En
todo el camino estuvo callado porque se encontró un cayado muy
extraño, con su cámara de vídeo grabó aquel extraño cayado . En
medio de el camino se encontró una grava, a esa grava le dio una
patada y la tiró a un arroyo produciendo ondas. Al día siguiente en
el camino, un coche arrolló una casa dónde había una persona. El
niño del camino le dijo:
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“LA
HISTORIA DE PEDRO”
Si
vienes a mi casa te enseñaré la valla que hemos puesto en el
corral, y luego te comerás una baya.
Vayamos
al arroyo para arrollar a las hojas verdes.
Luego
verás los bienes de mi abuelo que es un cayado de mi abuelo que se
lo encontró enterrado en el árbol de al lado de su casa.
Pero
Pedro te tienes que callar porque si no me lo pueden robar.
Luego
grabaron un vídeo sobre el gravamen del impuesto de la electricidad.
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“EL
MISTERIO DE LA VALLA”
¡Vaya!
El caballo había saltado la valla, arrolló a las gallinas, bebió
agua en el arroyo y se comió las bayas, que aún permanecían
intactas en los árboles. De repente mi abuelo salió de la cama muy
callado, cogió su cayado y se fue a ver que pasaba con el caballo.
El
animal, le dio un buen golpe a mi abuelo, y por desgracia este
falleció, repartimos sus bienes entre sus cuatro hijos, uno de
ellos, mi padre, llamamos a mi tío Pepe, y le preguntamos: ¿Vienes
a recoger tu parte?
Que
rollo, han vuelto a gravar los impuestos, esto es una cosa que a
nadie le hace mucha gracia, pero lo bueno, es que está grabando un
disco una cantante nueva, ¿a qué, es guay?
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Esto
era una vez un niño llamado Dani, que un día sin darse ni cuenta,
se
cayó a un arroyo. Mientras, su hermana María le grababa haciendo el
tonto. El padre de Daniel y María llevaba un bonito cayado, que era
de madera. La madre de Daniel y de María estaba muy contenta porque
ella se quedó con los bienes de su padre.
Entre
todos los los personajes que he dicho también vinieron los abuelos
por parte de la madre de Dani y de María.
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“LA
VALLA MÁGICA”:
Hace
ya, mucho tiempo, en un bonito arroyo, había una valla, que decían
que estaba encantada. Una niña muy curiosa llamada Paula (a la que
le gustaba comer bayas) decidió que iba a desencantar a esa valla,
pero necesitaba ayuda de su mejor amigo Raúl. Paula le dijo:
-Raúl,
¿vienes conmigo para desencantar la valla mágica, la que a tantos
niños se ha tragado?
-No,
porque y ¿si nos traga a nosotros qué? Yo mejor me quedo aquí.
-Vale
pero estate callado y no le digas a nadie que he ido hacia la valla
mágica ¿de acuerdo?
-Uf,
iré contigo, no me insistas más, -la niña se quedó extrañada no
le había insistido tanto como él decía- aunque si nos devora, se
me quedará gravado en el corazón.
-¡Ah!
Lleva te la cámara, para grabar la escena, y a lo mejor con suerte
nuestra familia, si nos ha comido la valla mágica, verán el
vídeo.-dijo astuta Paula.
-Y
de paso me llevaré un cayado de un bastón para pegarle bien
fuerte.-dijo furioso Raúl.
-Raúl,
con eso no te bastará, tendremos que hacer un brebaje con los
líquidos tan raros que nos dieron en el colegio para la clase de
ciencias
Los
niños, entusiasmados, corrieron a casa de Paula e hicieron un u
brebaje con un color muy extraño, indescriptible. Ya terminado aquel
líquido,fueron corriendo al valle de la valla mágica, por el camino
Raúl dijo:
-Sabes,
Paula, he repartido mis bienes que tenía guardados en mi hucha de
cerdito a toda mi familia.-dijo orgulloso.
Paula
se calló, era una situación bastante rara, todavía Raúl creía
que la valla le iba a digerir, la madera crujiría y de entre ella se
abriría una enorme boca repleta de astillas de madera, si muy raro.
Por fin habían llegado.
-Este
es el plan, tú te esperas aquí, mientras yo vaya hacia la valla,
entonces me lanzas el frasco y lo se lo derramo en toda la madera ¡Ja
Ja Ja! ¿A qué es genial?
Raúl
asintió, pero se lió con le que le había dicho Paula y lo hizo
todo mal, estaba tan liado que lo primero que hizo fue pasarle el
frasco, ésta la cogió y como no sabía que hacer sin querer arrolló
a Paula y el frasco.... se rompió, los dos se miraron y gritando se
fueron corriendo.
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“Malena
la periodista”.
Erase
una vez una periodista llamada Malena Jonson que era muy famosa por
todo el mundo, porque grababa acontecimientos sobre naturales y
prensa del corazón (un poco de todo), iba casi siempre acompañada
de su cámara Vicky que era un cámara que iba a todas parte para
buscar hacer lo mejor posible la noticia. Malena era una muchacha
tímida pero cuando estaba delante de la cámara parecía otra
persona, estaba siempre callada...
Un
día grabando un tifón se cayó a un arroyo y un poco más y se
parte la pierna, también cuando estuvo grabando. le dijo:
-
¿Vienes? , y la señora vino, pero cuando estaba cerca, la arrolló
un coche que iba corriendo. En una grabación filmaron los bienes
que le dejaba un famoso a sus hijos, también filmó cuando el
presidente gravó los impuestos de la nación.
El
policía y el ladrón
Había
una vez un hombre que robó los bienes de su familia, la familia se
lo dijo a la policía y después fueron detrás de él. El ladrón
saltó una valla para que no lo vean, de repente se cayó una baya
del árbol por el que estaba pasando el policía. Luego él se
camufló y le dijo al policía que se vaya por allí que había
pasado un hombre corriendo con una maleta que parecía que llevaba
cosas dentro.
La
policía no se lo creyó y después fueron tras él para haber si lo
podía arrollar, el ladrón estaba callado, cuando de repente se
encontró un cayado en el suelo y dijo que le tendría que ir bien.
El ladrón pasó por un arroyo donde había un hombre pescando, él
le dijo que si venía la policía por allí persiguiendo a un hombre,
el hombre le dijo a él que no venía nadie y también que si por
favor le podía grabar el pez que había pescado.
El
ladrón amablemente le dijo al hombre que no podía ser porque tenía
mucha prisa, después él se fue. El policía desesperado cogió al
ladrón, llamó a la familia y pudieron grabar en los documentos los
bienes de su padre.
“Preparando
un día en el arroyo”
Un
día me dijo un niño:
-
¿Vienes a casa de mi tío que tiene que darme un cayado para
cuando mi padre se vaya al arroyo para grabar los animales que hay
allí?
Yo
contesté:
-
Si iré contigo a casa de tu tío, pero tengo antes que ponerle una
valla para proteger el árbol que da bayas para que las personas no
vayan a pisarlo porque es muy bonito .
-
¡Ah! ¿y te quieres venir mañana con mi padre al arroyo?
“La
casa Toad nueva”
En
el reino champiñón había una nueva casa Toad.
Mario
cuando la vio llamó a mudanzas y le pusieron vallas, matorrales de
bayas y le dijo a los demás Toads que vayan al acontecimiento. Por
el arroyo vino el Toad de la casa nueva y sin querer arrolló a un
cheep-cheep.
El
toad era mayor y llevaba un cayado. Todo el mundo se había callado.
Mario le entregó todos sus bienes y le dijo.
-Mama
mía, llevo 5 champieuros. ¿Se viene a una cafetería, Toad mayor?
“RELATO
HOMÓFONO”
Estaba
en lo alto de mi cama cuando de repente vi a mi hermana me estaba
grabando, inmediatamente me tapé la cara, cuando dejó de grabarme
vino, me dio un beso, la cogí y le dije que la quería muchísimo.
Después
de un rato fui a la cocina e intenté ver los bienes que me dejó la
abuela: la receta de un bizcocho y un juego de punto, cuando terminé
merendé un trozo de bizcocho y un vaso de leche.
Mi madre me mandó a gravar un impuesto ¡Que pedazo de cola! Después
de un rato volví a casa y jugué con mi prima a botar la pelota, al
día siguiente mis padres fueron a votar y cuando volvían se
encontraron con un cayado en la basura.
De
repente se acordaron que era el cumple del abuelo y que le hacía
falta un cayado porque no podía sostenerse por si solo, entonces
fueron a comprarlo rápidamente, también le compraron una tarta de
chocolate con nata, de repente volvieron a por mi hermana y por mi.
Fuimos
a casa del abuelo, lo felicitamos y le dimos el regalo, cuando lo
abrió le dio una alegría muy grande, tan grande que al instante se
lo puso y empezó a caminar con el, andaba más rápido, mientras
tanto mi madre ponía las velas a la tarta.
Cuando
las puso todas, todo el mundo se calló y el abuelo pidió un deseó
y las sopló. Hoy me dijo el abuelo que fue el mejor día de su vida,
toda la familia reunida para el era el mejor detalle que podíamos
tener.
A
la mañana siguiente salí a comprar pollo, lo metí en el horno,
cuando terminó lo saqué, le eché queso rallado por encima, lo
probé y estaba delicioso, lo coloqué en el poyo de la cocina y
empecé a cortarlo, al rato nos sentamos todos en la mesa a comer
juntos, me lo pasé genial, luego por la tarde nos fuimos al campo
donde había un arroyo bonito.
Aquel
atardecer anaranjado, el sol escondiéndose en el horizonte y la luna
abriéndose a la noche, era interesante aquel ruido que se escuchaba,
era el bello cantar de los grillos, entonces regresamos a casa,
estaba agotada, pero había merecido la pena, me lo pasé genial.
“
Relato
homófono ”
Aquel
niño iba luciendo su bici nueva y como no prestó atención se
empotró con una valla, más tarde había un hombre que todas las
mañanas se iba al campo, bueno pues llegó el día que quería irse
al campo para recoger bayas en el campo, se las comió y se puso
malo, después vino un hombre y le dice al otro - ¡ Vaya hombre,
estás aquí ¡ Vete ya a pintar la valla.
Esto
era una vez que dijo un hombre el aire está tan cargado de humedad,
que basta cerrar los ojos para hacerse la ilusión de que se está a
la orilla de un arroyo, cuyas tranquilas aguas corren silenciosas,
Manuel que era un niño muy desobediente arrolló a un niño con una
bici.
Juan era un anciano que se sabía muchos refranes y dijo: A la ruin
oveja la lana le pesa, y al ruin pastor el cayado y el zurrón.
Los
bienes son para aquellos que pueden disfrutarlos, españolito que
vienes al mundo te guarde Dios, una de las dos España ha de helarte
el corazón.
Grábame
mi nombre en esta pulsera, por favor.
Cuando
el hombre vaya a darle al niño una baya, la valla del arroyo se cayó
y arrolló al gato que pasaba. El gato se quedó callado cuando le
golpeó la vaya, el hombre cogió su cayado para ir a ver lo que le
pasaba al gato.
Si
vienes a mi casa te enseñaré los bienes que tengo, lo podremos
grabar en cámara de vídeo y podemos gravar una nueva televisión
por 1.000€ con más intereses.
Un
día iba por un bosque al colegio, tenía que hallar donde estaba la
haya, tuve que cruzar un arroyo donde corría muy deprisa el agua y
casi me arrolló a un pez.
Al
llegar al colegio, mi abuelo me esperaba con su cayado muy callado
junto a la puerta.
Cuando
me acerqué a él le dije:
-¡Vaya
abuelo, me he tenido que saltar una valla en el bosque para poder
llegar al autobús.
Llegamos
mi abuelo y yo a la casa y como mi abuelo tiene muchos bienes llamó
a mi madre por teléfono y le dijo:
-Te
vienes a comer con nosotros hija mía.
“Las
bayas del arroyo”:
Cuando
mi tío murió, en el testamento me dejó unos bienes y en ellos
había un mapa, vi que ponía:
- ¿Ven
y podrás comer lo mejor!
Al
día siguiente cogí un cayado y me fui muy callada hacía el arroyo,
cuando llegué vi que había una valla no muy alta que la rodeaba y
la salté, al saltar me arrolló una baya enorme que luego me comí y
si tenía razón, fue un manjar delicioso.
En
la ciénaga oscura, al lado de un arroyo, se oyó botar a un niño la
pelota, el niño estaba callado.
Mientras
que en la gran ciudad...
Toda
la gente se dirigía a votar el nuevo partido, un hombre arrolló a
otro ya que tenía mucha prisa, quería ser el primero, el último
fue un anciano con un gran cayado, y una madre le respondió a su
hija:
-
¿Vienes a las elecciones?
Pero
luego tenemos que ir a gravar los impuestos y...
-
¡Tienes que hacer los deberes!
- Si no los haces no
te daré bienes para unas gominolas.
EL
HOMBRE INÚTIL.
Había
una vez, en una ciudad llamada Úbeda, un hombre que paseaba, cuando
de repente arrolló a un anciano y se cayó al arroyo que había al
lado, ¡Vaya día llevaba!.
Vio
una granja con una piscina, se saltó la valla y se cayó en ella, al
salir, se chocó con un caballo que estaba comiendo bayas, se estaba
hartando, se marchó corriendo muy callado, cuando vio que un hombre
salió corriendo con un cayado hacia él y le dijo:
-Como
vea que vienes por aquí, iré a tu casa y te robaré todos tus
bienes.
La
baya me la comí, mi amigo se rió, y yo le dije: que por qué se
reía,
él
me contestó que me había gastado una broma,l se fue corriendo,
saltó la valla como un caballo y yo dije: ¡Vaya!, si ha saltado
bien.
A
mi primo casi le arrolló un coche, yo estaba con él, le dije: que
no se cruzara nunca más solo, al día siguiente fuimos a la sierra
para bañarnos en verano porque hace mucho calor.
En
el juzgado a un hombre rico le gravaron los impuestos un montón, en
Andalucía en Úbeda grabaron y yo en ese momento estaba allí.
Mi
padre me dijo que si todos los días le daba sorpresas de las notas
de los exámenes, el siempre me (dijera) decía que muy bien, yo le
dije: a mi amigo que si venía conmigo a la casa de mi tía y el me
respondió: que si.
Erase
una vez un árbol que da muchas bayas,
con el frío y la lluvia las personas se ponían a descansar bajo él,
el ayuntamiento decidió poner vallas a su alrededor, al caer la
noche, un hombre mayor, feo y cojo venía corriendo desde el valle,
no sabía donde meterse para refugiarse, no había casas, ni nada
alrededor.
Allí
estaba el árbol y como antes he dicho que estaba vallado pues nadie
podía estar allí, el hombre muy callado se acerca con un cayado en
mano , intentando romper la valla y ponerse bajo el árbol, rompió
la valla y entró, hacía 39 grados, en pleno verano, dijo:
-
¿No hay nada con que refrescarse aquí?
Vaya
suerte un arroyo, en el arroyo venía un tronco de árbol que había
estado arrollando a los pobres animalitos por el camino.
Por
detrás se oía una voz era su mujer:
-
¿Vienes? He encontrado una casita que nos han dejado los amables
dueños.
Vamos, al final
todos los bienes son para tí.
Cristian,
José Antonio, María Martínez, Elena, Lidia, María Belén, Daniel,
Lorena, Juan Luis, Carmen, Sandra, Álvaro, Fernando, Nuria,
Jesús, Francis, Dany, María Talavera,