martes, 13 de diciembre de 2011

Gigantes

     Esta historia de Mª Belén, deben leerla, tiene buenas descripciones y pueden disfrutar de ellas. Leénla.



Una casa muy rara.

     Erase una vez un pueblo de gigantes que se encontraba en las afueras del monte Toshi. Aquel lugar estaba lleno de naranjos, un lago precioso manchado con unas bellas hojas doradas y por largas filas de animales que se van a bañar en él, había un camino lleno de cerezos con toda su flor (muchos gigantes iban a comer para desconectar de su ciudad), un pozo donde recogían los gigantes el agua…. En un valle se encontraba el pueblo Sake (llamado así porque el líder gigante que derrotó a los humanos en una larga batalla se llamaba Sake Montón), en él había casas muy grandes hechas con paja, madera y rocas que se encontraban, todo estaba lleno de árboles con bonitos jardines algunos animales muertos colgados de una cuerda para después comérselos, había una especie de “picnic” muy extenso, en este pueblo.
     Los gigantes eran muy amables, generosos…. Pero el protagonista de la historia es un poco diferente. Éste se llamaba Lot y es: amable, arisco, inteligente, valiente, gentil, investigador, atrevido, guapo…… tenía los ojos claros (entre verde, amarillos, rojos, azules, grises y naranjas), las orejas sucillas como con un poco de barro, cuando estaba contento o triste sus orejas hablaban por sí mismas, con forma redonda, regordetas, con diferentes órganos humanos dentro de ella, la nariz metida hacia dentro, respingona, chata, con una cicatriz que parecía bailar cuando corría, los pocos pelos que tenía eran de color entre rubio y castaño, algunos cortos y otros largos, la boca chica con unos labios regordetes (parecía dos bollos de chocolate) y paliduchos, los mofletes gordos y siempre colorados como un tomate, con pecas chiquititas. Los brazos eran largos y gordetes, los dedos largos con un anillo hecho por él y de piedra, Lot es gordito para los humanos pero es el más delgado de los gigantes, de estatura era de mediana estatura (cuatro metros)…. Lot vestía con una camisa de manga corta un poco rota con volantes en las mangas, tres corchetas en el cuello (cuello de pico), también llevaba volantes en la cintura y más abajo, es de color blanca pajiza, su pantalón es largo con dos únicos bolsillos en las rodillas, de color verde campo, con el bajo roto en forma de onda, con unos calcetines negros de lana de oveja que tejían sus propias madres y abuelas, un collar que decían en Sake que daba buena suerte…
     A las afueras de la ciudad había una casa en la que nunca había estado ningún gigante porque había una leyenda terrorífica sobre esa casa, se decía que era la primera casa hecha de hormigón por lo humanos y cuando lo iba a conquistar, el líder Sake se encontró con los dueños descuartizados y juntos en la misma habitación y desde entonces dicen que está maldita. Entonces, como Lot es tan valiente, se atreve a ir y a inspeccionar toda las casa en busca de algo nuevo e innovador.
     Al los seis días Lot, se decidió a entrar en la casa, cuando llegó lo vio todo lleno de telarañas con mucho polvo, muchos bichitos merodeando en la casa (sobre todo arañas, hormigas, gusanos, escarabajos), gárgolas que parecían estar mirándolo, pero a él no le molestaban, ni si quiera tenía miedo (bueno un poco sí), Lot fue mirando cada una de las ciento treinta y dos habitaciones, cada una tenía una cosa distinta y una era siempre la misma, ésta era un dibujo de piedra con forma de un gigante. En las habitaciones había camas hasta en una un baño junto a las cortinas, había mesas muy grandes y alargadas con inscripciones a los lados (eran preciosas), de madera maciza. Al mirar por la ventana Lot se dio cuenta de que había anochecido y se fue a su casa porque seguramente sus padres lo echarían de menos.
     Al día siguiente entusiasmado Lot se fue otra vez a la casa, cuando estaba en una de las habitaciones sin darse cuenta le dio al dibujo que tenía un gigante, este se metió hacia dentro y así hizo con todos los demás, al terminar se abrió una puerta en el final del pasillo, Lot un poco asustado se dirigió hacia ella la abrió y vio otra puerta, la abrió y encontró un camino lleno de ramas , con muchos árboles sin hojas y una niebla sospechosa. Al terminar todo ese camino vio una enorme colina y en el fondo una hermosa ciudad. (Lot se dio cuenta de que había descubierto una cosa impresionante).   
    Lleno de intriga se dirigió en busca del pueblo, cuando llegó se encontró con más gigante pero un poco pequeños para ser gigantes. (Aún así eran más altos que los humanos). Todos sus prados, colinas, tierras y jardines estaban llenos de flores y de plantas preciosas.   
    Lot fue conociendo a las personas del pueblo y se hizo amigo de una niña preciosa (a Lot le gustaba Mucho), ella le fue enseñando sus costumbres, aficiones, lugares favoritos. Poco a poco Lot se fue integrando en la ciudad de Sara (así se llamaba su amiga). Lot siempre iba de ciudad en ciudad para ver a Sara y que sus padres no se preocupasen. Hasta que un día cuando los dos gigantes fueron mayores, Lot le pidió a Sara que se casase con él, Sara le respondió enseguida, le dijo que sí. Los pequeños fueron felices con dos niños y con una casa preciosa, pero los padres de Lot no lo volvieron a ver nunca más, puesto que todo eso era un secreto.
Fin.

Gigantes

    Esta es una historia de Lidia, leánla y disfruten de las descripciones.



UNA CASA GIGANTE”:

     Erase una vez una Era Gigante: esta era grande, con muchas casas alegres, coloridas y gigantescas, varios ríos largos y de aguas cristalinas, se respira aire puro porque todo lo que se hace no contamina, todos son simpáticos y bailarines, las praderas cantan y bailan al compás con el aire, el viento sopla feliz, el sol es como una victoriosa estrella, hay muchos árboles verdes y gruesos. En resumen, vivir allí es algo fantástico.
    Aquella noche se celebraba una verbena en la era gigante, todo se llenaba de guirnaldas, luces de colores, música a todo volumen, cadenetas y de muchos gigantes. Esa noche se celebraba el día en el que los gigantes conquistaron el Reino Fantástico. Se hacían juegos como el tiro al blanco, carrera de sacos, carreras, la petanca, cantar... Dos gigantes: Pin y Pan, ya sabían como eran las fiestas allí, para ellos, aburridas. Así que decidieron marcharse a dar una vuelta.
  -¿Bueno que hacemos?Las fiestas son siempre iguales y... allí fueron hay un mundo entero por explorar.-añadió aburrido.
  -Pero ya sabes que está prohibido salir de la Era Gigante. Lo sabes bien.-dijo más prudente Pan.
  -Lo sé, lo sé, me lo has dicho ya mil veces. Pero si no se entera nadie...-explicó granuja Pin.
    Los dos, sigilosos, salieron despacio hacia la salida pero con cuidado. de que nadie los vieran. Salieron corriendo hacia un lugar que nunca habían visto.
  -Mejor será que volvamos a casa.-dijo Pin ahora no tan valiente.
  -Ahora quieres irte, después de haber salido a escondidas.-se rió Pan.
     A lo lejos vieron una casa rara, desconocida, vieja... parecía que estaba allí hace ya algún tiempo. Los dos se apresuraron a entrar porque temían que algún gigante los hubiera visto y los hubiera llevado de vuelta a la Era Gigante. La casa era pequeña (para ellos).  
    La puerta era, para su sorpresa, grande.
   -¿Has visto Pan?Algún gigante tiene que vivir aquí porque la puerta es grande.-dijo sorprendido Pin.
   -Pero es raro. Porque ningún gigante sale de la Era.-se extrañó Pan.
     Los dos pasaron al interior de la casa. El interior parecía grande y espacioso, aunque en el exterior no parecía la misma casa. Olía a bizcocho, y todo era rosa con muchas flores.
   -Que bonito todo ¿eh?.-dijo risueño Pan.
   -¡Qué va!-dijo Pin.
   -¡Ah!.-se oyó un grito extraño.
     De detrás de la puerta salió una gigante muy mona, armada con un rodillo para amasar la pasta.
   -¿Quién sois?-dijo la giganta asustada-Voy armada.-miró confusa su mano-¡Uy!
   -Tranquila,-dijo Pin-no te vamos a hacer nada.
   -¿Por qué vives aquí apartada de todos los gigantes?-preguntó Pan
   -¡No me habléis de gigantes!-refunfuñó.
   -¿Por qué?-preguntó curioso Pan.
   -Solo que... me dan muy malos recuerdos aquella Era Gigante. De pequeña las niñas me insultaban y se cachondeaban de mí. Decidí que allí no era valorada así que... , me decidí que no era buena opción quedarme allí. Un día me desperté temprano y... pues... salí de la Era de los Gigantes y me alojé aquí, en esta casa, la decoré y la adorné un poco, la verdad es que me aburría un poco aquí tan sola, pero me terminé por acostumbrar.
     Pin y Pan se sintieron tristes por ella y le dijeron que ella se podía ir con ellos a la Era de los gigantes.
   -¡No!-dijo alterada.
   -Pero tranquila, no te pasará nada, ya no se acordaran de ti y podrás empezar de nuevo tu vida.-dijeron los dos convencidos.
   -Vale, pero echaré de menos esta casa...
    Todos juntos salieron corriendo hacia la Era Gigante. Todavía los gigantes estaban bailando y pasándoselo bien. Las chicas cuando vieron a la nueva giganta se pusieron muy contentas:
   -¡Anda que bien, ahora somos más chicas!-dijo una.
   - ¡Exactamente 5 chicas con ella!-dijo las más lista.
   -¡Ven con nosotras!-dijo la más pija.
     Corriendo todas se fueron poco a poco, pero Giganta volvió y les dijo a Pin y Pan:
   -Muchas gracias chicos, os quiero mucho.-dijo feliz.
     Los dos sonrieron:
   -¡Qué buenos somos haciendo feliz a la gente!-clamó Pin.