domingo, 12 de febrero de 2012

Animales

ANIMALES”


     Había una vez un león que no se juntaba con muchos otros animales, se llamaba Lino, era muy diferente porque no sabia rugir, tampoco sabia ir deprisa, ni ver un poco mas alto, ni ser silencioso, ni ser fuerte.

     Su padre que era el rey tuvo una idea, se tenía que ir del territorio de los leones y cuando volviese tenía que traer cinco cosas.
     A la mañana siguiente se despertó y se fue corriendo, primero se encontró con una cebra que era la que la iba a enseñar a correr, después de mucho entrenamiento al final lo consiguió, después se encontró con un ratón que le iba e enseñar a ser silencioso, después de una semana también lo consiguió, ahora le tocaba la jirafa ella le iba a enseñar ser alto para la realeza, después de muchas cosas para enseñarlo consiguió ser de la realeza, y por último le tocó al elefante que el le iba a enseñar a ser fuerte, después de subir una colina con rocas estaba preparado para todo lo que le dijo su padre.
     Lino le dijo a su padre que ya estaba preparado para todo, su padre no se lo creía y entonces le sometió a unas pruebas. La primera prueba era correr contra otro, al final ganó, la segunda prueba era ser silencioso también la ganó, la tercera prueba era la de ser de la realeza, en esa iba a competir con su hermano, también venció, y la ultima prueba era la de luchar con otro león, estuvo casi a punto de perder, pero también ganó.
     Su padre arrepentido, le dejó para siempre en el territorio de los leones.

La ilusión de Pedro

"DIÁLOGO


    En una habitación, oscura, descuidada, fría, con poca ventilación y luz, que engullía con todo lo que había en su interior había un niño llamado Pedro.
      Pedro era: bajito, rubio, con los ojos marrones y saltones como dos bolas de pinpon coloreadas, vestía con un pijama rasgado y roto, como una noche de tormenta, estaba triste, desanimado y con lágrimas que le resbalaban por sus mejillas porque era la noche del 5 de Enero y nadie se había acordado de él.
    Aturdido escuchó un ruido en la solitaria y tenebrosa calle, se levantó, abrió la ventana y se sorprendió al ver una figura elegante que lo miraba. La figura que era de un Rey Mago, se acercó lentamente hacía la ventana y le dijo:
    -¿Qué te ocurre?¿Por qué estás llorando?
El niño sorprendido y boquiabierto se frotó los ojos, se pellizcó el moflete y con los ojos como platos se dirigió al rey:
      -¿Quién eres tú? ¿Cómo sabes lo que me pasa?
      -Pedro, soy tú amigo y vengo a ayudarte.
      -Pero yo no te conozco ¿Cómo puedo fiarme de ti?
     -Pedro no te preocupes confía en mí, tú pensabas que nadie se iba a acordar de que mañana es tu cumpleaños y hoy ya has visto al rey mago.
     -Sí... Pero ni mis amigos se han acordado...(poniendo cara triste y llorando)
     -Mira, te he traído una sorpresa , te lo mereces.
     -No merezco nada .
     -Sí que lo mereces, mira.
    -Solamente, lo único que querría es ver a mi amiga de Úbeda, solamente ella me puede consolar.
     -Y... ¿Cómo se llama esa amiga tuya?
    -Es de Úbeda y se llama María...
   -Esto te va a gustar Pedro , mira donde vive... en una casa perdida en una plaza de un pueblo que solamente se conoce por que ganó una gran batalla... Es Bailén.
     -Si... llevo ya 1 año sin verla...
    -Mira anda... abrió su saco y salió una niña morena, con gafas naranjas, con un vestido morado y dice...
     -¡Pedro Ángel! Alegrándose por ver a su amigo...
     -¡Hola!(Llorando y dándole besos en la mejilla sonrojada de su amiga María.
      -Ves Pedro, este es tu regalo.
      -Muchas gracias hasta luego.

FIN

Fernanddo El Invisible

"Fernando El invisible"

     Érase una vez un niño llamado Fernando que tenía el pelo rubio, pelo corto... A él le gustaba encontrar cosas nuevas, su sueño era ser...¡Invisible!
    Él decía que sería mejor porque así podría hacer muchas más cosas. Tenía 11 años y estaba deseando de entrar al instituto porque allí podría hacer máquinas y muchos más aparatos.
     Así se le podría cumplir su sueño, pero había un pequeño problema:
    Su madre decía que ella quería que estudiara nada más que francés, el trataba de convencerla, pero ella aguantaba.
     Llegó la hora de irse al instituto, Fernando tenía muchas ganas de ir porque era su primer día. Llegaron las 7:45AM, Fernando tenía que irse ya, le dio un beso a su familia y se largó.
      A continuación llegó al instituto, entraron muchos amigos nuevos en su clase, el profesor habló de como iba a ser el primer trimestre y dijo la oportunidad de estudiar francés o hacer robot, máquinas...
      Llegó a su casa y le dijo a su madre:
    • Mamá por favor ¿me dejas estudiar lo de hacer máquinas y a la misma vez francés?

La madre contestó:
    • Hijo, te dejo si me prometes que vas a sacar buenas notas en todas las asignaturas.
    • Vale mamá, respondió Fernando muy contento.
     Llegó el día siguiente y Fernando llegó al instituto, iban a sacar los libros de lengua cuando su amigo Álvaro, levanto la mano y dijo:
    • Don Antonio, ¿podemos decir la opinión de qué estudiar?
    • Si.
     Dijo Don Antonio sacando la lista. Fernando era el número 1 de su lista por su apellido (Arriaga), Don Antonio dijo:
    • Fernando Arriaga Ramos ¿Que va a estudiar usted?
    • Yo..., las dos cosas francés y hacer máquinas que no me acuerdo de como se llamaba.
     Don Antonio dijo al 2ª de la lista...
       Fernando llegó muy contento a su casa, se puso a leer un manual de máquinas que le habían dado en el instituto y salía una que se llamaba Imbisimalt.
      Le interesaba porque la palabra sonaba a invisible. Lo leyó y era de ¡Invisibilidad! Hizo la máquina, la puso a ver si funcionaba poniendo una cerilla y funcionó.
     Se puso él delante y ¡ZAS! Desapareció.
     Se iba burlando de la gente por la calle, eso estaba muy mal, hasta que un día no le salió bien y lo metieron en un centro de. Desde ese mismo día no quiso hacer otra máquina más.


Fin

GIGANTE

"La gran casa"

     Corría el año 1.932 cuando en un pueblo de Jaén llamado La Carolina había una casa enorme, más de lo común, nadie se atrevía a entrar por si había algo extraño, hasta que un día unos niños decidieron entrar para investigar, eran cuatro niños llamados: Jorge, Andrés, Dani y Vicente.

     Entraron por la ventana de abajo que estaba rota. La casa era inmensa, tenía cuatro plantas, Andrés exploró la primera, Jorge la segunda, Vicente la tercera y Dani la cuarta, Jorge entró a un dormitorio, quería gritar pero no podía, se quedó paralizado, en la cama había un gigante muy grande, el se despertó y le dijo:

     -No grites por favor, no te voy a hacer daño sólo me intento esconder de la gente, porque si me descubren, me harán daño y no me dejaran vivir.
      -Vale, ¿cómo te llamas?
      -Me llamo Ezzio y soy un gigante italiano.

     Los niños salieron de la casa y cada uno dijo que no había visto nada, Jorge tampoco dijo nada y el gigante por la noche huyó para no ser torturado.