-¡Silencio, chicos y chicas! Ya estamos llegando al zoo, no os volváis locos.-fue solo lo que se oyó decir a la profesora de inglés en el autobús.-¡Silencio!
Todos nos quedamos mirando a la profesora de inglés, Clara, que ella no suele ser muy gritona o cascarrabias. La profesora se incorporó la chaqueta estirajada por la tensión. De repente el autobús dio un frenado, el conductor no tenía muchos reflejos.
Todos nos pusimos otra vez a gritar, teníamos muchas ganas de bajar a ver a los animales que había en el zoológico. La profesora ya no gritó, sino que puso mala cara y resopló. Abrió la puerta del autobús y dijo:
-Venga ni..-no le dejamos terminar, todos salimos corriendo hacia la puerta.
La pobre se quedó tirada en el suelo, despeinada, con las gafas rotas y sin zapatos. Una vez dentro todos fuimos a nuestra bola, uno por allí otro por aquí... Yo, Laura, siempre sola y aburrida. Fui hacia la profesora de inglés y le pregunté:
-¿Qué puedo hacer?
-¡Alejarte de mí! Me volvéis loca y casi me matáis ¡Sois unos monstruos!-dijo con miedo a la vez que iba corriendo sin zapatos hacia la salida.-¡Me voy a jubilar! -Pero...¿Qué hago?
Fui cabizbaja a sentarme en un banco, cuando de repente escuché que alguien me llamaba.
¡Psst!¡Psst!¡Eh,tú!Detrás tuya.-dijo una voz misteriosa.
Me volví poco poco hasta que me di la vuelta por completo, allí apareció un pequeño elefante, con las orejas planas y chicas, su tronco era delgado y plano, las patas largas y las pezuñas muy afiladas y cortantes, sus ojos azules como el mar eran enormes, su cola era larga y con un poco de pelo en la punta, su piel estaba cubierta por una gruesa capa de pelo y tenía una agilidad tremenda al correr.
-¡Ah!¡Socorro, un....¿tu que eres?-dije asustada
-No tengas miedo, soy un inofensivo elefante ¡Eh! Me has ofendido, no sabias que era.-Es que para ser elefante... eres un tanto, extraño.-dije sorprendida.
-Ya, ja ja, me parto.-dijo ofendido.
-Pero...¿Qué hago hablando contigo?Eres un elefante, o sea que no deberías de hablar.
-Si es verdad, sé hablar, no parezco un elefante... una ruina.
-Me estoy volviendo loca como la profesora de inglés, ay madre mía.-me sorprendí.
Un grito se oyó por todo el zoo, era la profesora Clara, decía que había que irse ya.
-Adiós, me llaman.
Todos menos yo se fueron deprimidos, porque se habían aburrido mucho, no era lo que ellos esperaban, pero yo en cambio había conocido a un elefante que no parecía un elefante, este hablaba...cosa que parece rara
-¡Profesora Clara!¿Volveremos aquí?-dije entusiasmada.
-Eso ni pensarlo, bueno, por lo menos conmigo no.-gruñó. FIN