jueves, 26 de enero de 2012

El Príncipe que viene de un lugar muy lindo

"EL PRÍNCIPE QUE VIENE DE UN LUGAR MUY LINDO"

     Esto era una vez un príncipe que vivía en un gran palacio, el príncipe era: guapo, un poco delgado, sus ojos de color azul como el agua, sus labios son finos, y estrechos como una acera, el pelo de color castaño y corto, el príncipe viste bien, sobre todo con elegancia.

     Un día le llegó una carta, que el criado de Marcos ( el príncipe ) fue a por ella para dársela a Marcos, en esa carta ponía:

  Querido Marcos:
     “Yo soy el señor Sebastiano: No me gustaría decirte una mala noticia, pero solo soy yo el que lo sabe, así que no me deja otra opción que decírsela, la noticia es:”

     “ Señor Marcos: usted tiene que irse de su gran palacio, por una gran rotura de averías, pueden causar grandes problemas.”

     Marcos no se lo pensó ni un momento de llamar al señor Sebastiano, para preguntarle varias cosas. Pasaron unos cuantos minutos, en los que el señor Sebastiano llegaba al gran palacio en una gran limusina de color blanco.

      Sebastiano era: feillo, un poco regordete, sus ojos eran de color marrón, su ropa también era muy elegante, su pelo era de color negro, y sus labios eran normales.

     Subió las escaleras, se puso inmediatamente a hablar con el príncipe Marcos, le dijo:
     Buenos días Señor, Majestad, para que me ha llamado, dijo el señor Sebastiano con intriga.
    • Pues te he llamado por el asunto de lo de las tuberías.
    • ¡Ah!, sí ¡Pues no me gusta hablar del tema, además en la carta ya te lo he explicado con pelos y señales, respondió el señor Sebastiano asustado.
    • Bueno, si tú no quieres hablar del tema ¿Dónde puedo yo irme cuando me vaya de aquí?
    • Tranquilo Marcos, no te preocupes, que mis empleados y yo, te alquilaremos un apartamento en donde podamos.¿Vale?
    • Bueno me apañaré con eso.
      Después de la larga charla el señor Sebastiano se marchó a su apartamento donde él era muy feliz.
     Pasaron dos semanas y Sebastiano llamó a Marcos para decirle que ya podía salir de su palacio, para irse al apartamento que le habían buscado.

     Al cabo de un año el príncipe pudo volver a su lindo palacio, pero el no quería volver porque en ese apartamento vivía muy bien, además había conocido a su media naranja.

FIN.

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