jueves, 26 de enero de 2012

Los visitantes y su extraña casa

"LOS VISITANTES Y SU EXTRAÑA CASA.”

     En el pueblecito de Mosu la gente vivía en paz y muy tranquila, hasta que una mañana soleada, en el pueblo hubo un gran estruendo, ¿qué podía pasar allí? La gente corría hacia sus casas en busca de refugio, cerraron las pocas tiendas que había en la plaza, los niños huyeron del único parque que había en todo el pueblo, que en ese momento estaba muy colorido, con florecillas, arbustos, árboles y dos columpios: un tobogán y unas cadenas con grandes asientos, a los niños ese columpio le encantaba.

     Los habitantes estaban asomados a los balcones sucios y mohosos de sus pequeñas casas, no quedaba nadie en la calle nada más que . . . . . .¡Los gigantes! Unos enormes gigantes de quince metros de altura habían llegado al pueblo, arrasando todo a su paso.

      Iban vestidos con unos pantalones enormes, rotos y de color azul, una camiseta de color rojo y unos zapatos muy viejos y sucios de color gris. Los dos tenían el pelo bastante largo y un poquito rizado. Sus caras era extremadamente feas, con unos grandes ojos azules y unas bocas rojizas enormes.

     Se llamaban Teus y Tone y se dirigían hacia la casa más grande de Mosu, era tan grande que las dos furias se metieron dentro, como si la casa fuera suya y la hubiesen hecho a su medida. Una niña llamada Laura, salió de su casa sin que nadie la viera y se dirigió hacia donde ellos estaban, sus padres al darse cuenta de que la niña no estaba en casa observaron que una persona se metía tras la puerta de la gran mansión, entonces vieron que se trataba de su hija, su pequeña Laura, estaban muy asustados y preocupados, pero el miedo hacía que no pudieran salir de sus casas.

     Laura los seguía sigilosamente, Teus y Tone se habían sentado en el suelo del enorme salón, cerca de la chimenea, la niña pisó una baldosa mal colocada y como en la casa había eco, sonó muy fuerte y rápidamente Teus se dio cuenta y miró para atrás, Laura se escondió, pero fue inútil, porque los dos gigantes la vieron, ella se tapó los ojos con sus pequeñas manos y dejó que los gigantes hicieran con ella lo que quisieran. Tone la cogió en sus manos suavemente, creyéndose que era una muñequita, al echarse para atrás Teus apretó un botón que había en el suelo y se abrió una gran puerta bajo sus pies, se levantaron y bajaron las escaleras, al final de las escaleras estaba todo muy oscuro y Laura menos mal que seguía con Tone, ¡ah!, que por cierto era una chica, la niña tenía los ojos cerrados y Tone pensó que estaba durmiendo, así que hablaron muy bajito. Decían algo sobre una cueva, entonces abrió los ojos, estaban en un sótano, donde había muchas cosas, se dieron cuenta de que Laura estaba despierta y empezaron a hablar y hacerse amigos, unas de las cosas que había allí era un montón de oro, que seguramente sería del propietario anterior, que según toda la gente de Mosu era bastante rico y tenía muchas tierras por allí.

     Fuera de la casa, la gente estaba buscando a Laura pero no la encontraron, ya que estaba dentro de la casa, de pronto temblaba todo, las personas corrieron y se alejaron de la puerta, Teus, Tone y Laura, salieron con unos grandes sacos de oro, se los repartieron a todas las personas, todos les estaban bastante agradecidos y les propusieron que se quedaran con ellos a vivir, los dos aceptaron, todos vivieron muy contentos, iban a la casa cuando querían y las muchachas la limpiaron para que Teus y Tone se quedaran a gusto, el pueblo ya era igual que antes.


2 comentarios:

  1. Esta historia la ha creado María Martínez.
    La historia se llama: "Los visitantes y su extraña casa".
    Descripción:
    En un pueblo llamado Mosu, en el que la gente vivía tranquila y en paz. Un día se oyó un fuerte estruendo, entonces todos los niños, niñas, hombres y mujeres se escondieron en sus casas.
    Las tiendas fueron cerradas y los parques solos. Todos se asomaron a los balcones y vieron a dos gigantes feos de 15m de altura, llamados Teus y Tone. Los ciudadanos tenían mucho miedo.
    Los dos gigantes tan tranquilos se metieron en la mansión del pueblo Mosu. Una valiente niña se fue de su casa y se deslizó hasta la puerta de la mansión, sus padres al final la vieron pero tenían tanto miedo que no fueron a buscarla. La niña pisó una baldosa suelta, entonces los dos gigantes la atraparon, estos con Laura bajaron al sótano.
    Al final se hicieron amigos. En el sótano se encontraron un montón de oro (que seguro era del antiguo dueño).
    Los ciudadanos estaban buscando a Laura, de repente sonó un estruendo, eran Teus y Tone con la pequeña Laura, venían con unos grandes sacos llenos de dinero. El oro se repartió para todos los pueblerinos, entonces se lo agradecieron muchísimo a los gigantes.
    Las muchachas limpiaron la mansión para que los gigantes se pudieran quedar allí. El pueblo siguió feliz como siempre.
    Esta historia es muy feliz, me ha gustado mucho, la niña ha sido muy valiente y los gigantes muy generosos.

    Lidia Torres

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  2. RESEÑA: “LOS VISITANTES Y SU EXTRAÑA CASA.”

    Realizado por: María Martínez.
    Título: “Los visitantes y su extraña casa”.
    Personajes: Teus, Tone, Laura, los ciudadanos, padres de Laura.
    Trata sobre:

    En el pueblo de Mosu la gente vivía en paz y muy tranquila, hasta que un día se oyó un fuerte estruendo, al oírlo todas las personas del pueblo se escondieron en sus casas
    Lo cerraron todo, se asomaron a sus balcones y vieron a unos gigantes de quince metros de altura que lo arrasaban todo a su paso y que se llamaban Tone y Teus. (Todos estaban muy asustados y con miedo).
    Los dos gigantes se dirigieron hacia una casa tan enorme que era de su medida, entonces una niña valiente se arriesgo y salió de su casa, sus padres paralizados por el miedo no salieron de la casa para buscarla. Mientras los se guía piso una baldosa suelta, los gigantes la cogieron y se la bajaron el sótano.
    Después de eso los gigantes y ella se hicieron amigos y en el sótano había un montón de oro.
    Todos estaban buscando a Laura cuando, cuando salió de la casa con los gigantes que llevaban un montón de de sacos con oro que después lo repartirían. Al final los dos gigantes se quedaron a vivir en en el pueblo.
    La historia era preciosa y con un final muy feliz.

    María Belén Martínez

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